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Estimados lectores de la Clean Currents Coalition (Coalición de corrientes Limpias), estamos emocionados de actualizar información sobre el despliegue del sistema Azure en el río Portoviejo, Ecuador. Desde la última publicación en 2020, nuestro proyecto ha avanzado de forma impresionante. A continuación les daremos un resumen de todo el trabajo realizado.
En diciembre terminamos la construcción del sitio de recolección de residuos. Este fue diseñado para soportar la velocidad del río y las posibles inundaciones mediante la incorporación de un muro de gaviones y el refuerzo del suelo en la pendiente del lecho del río. También incorporamos una zanja donde se acumulan los residuos para facilitar el proceso de extracción. Una vez terminada la obra civil, el 14 de enero instalamos la barrera y comenzamos el proceso de muestreo, relacionado tanto con el rendimiento de los componentes del sistema como con las condiciones químicas y físicas del río.
Mientras tanto, en el Reino Unido, nuestro equipo de Investigación y Desarrollo trabajó arduamente para llevar el sistema Azure a escala 1:1 a la última parte del proceso de fabricación. Este sistema de extracción automatizada llevará el trabajo que estamos realizando con la barrera al siguiente nivel. También hemos realizado pruebas con el sistema a escala 1:6 en el Río Medway, en el sureste de Inglaterra. Esperamos ansiosamente tener el Azure in situ a mediados de 2021.
De vuelta en Manabí (Ecuador), sólo unas semanas después de que se completara la instalación, comenzó la temporada de invierno y lluvia. La operación manual, que se está llevando a cabo en espera de la llegada de la tecnología de extracción Azure, adquirió un nuevo ritmo. Cada vez se volvió más evidente el trabajo que teníamos por hacer y la cantidad de residuos que se vierten en este río, el cual alimenta a más de 700.000 personas (el 50% de la población de la provincia de Manabí). Durante los primeros días de la temporada de lluvias vimos cómo el río creció más de dos metros en una semana, y con ello llegó una gran cantidad de material orgánico e inorgánico. La variedad de material que recibimos era exuberante, desde residuos tradicionales hasta sofás, neumáticos, animales muertos, otros electrodomésticos de gran tamaño y, por supuesto, diferentes tipos de plásticos. También recibimos grandes cantidades de lechuguín y troncos, a los que ahora llamamos cariñosamente el “bosque” que llega a nuestra barrera. Como extraemos todo tipo de residuos del río, una vez recogidos, clasificamos todos los materiales y entregamos lo que puede ser reciclado a la asociación de recicladores de base de Portoviejo.
A principios de marzo, cuando parecía que la lluvia había empezado a ceder, el nivel del río siguió subiendo y experimentamos nuestra primera inundación. El nivel del agua aumentó hasta casi un metro por encima del punto más alto de la operación. Toda la provincia experimentó inundaciones junto con una serie de eventos relacionados. Uno de los más relevantes ocurrió a pocos kilómetros río arriba, donde un importante puente que conecta la carretera interprovincial ayudó a contener un gran número de troncos. Si el puente no hubiera actuado como barrera para retener los troncos, lo más probable es que la mayor parte de ese material hubiera llegado a nuestro sitio. Este suceso nos sirvió de advertencia para el futuro y los diferentes desafíos para los que debemos prepararnos.
Mientras las operaciones manuales continuaban, pudimos empezar a programar nuestro software para recoger datos con las imágenes de [1] los residuos extraídos del río, [2] las limpiezas manuales del lecho del río, [3] y de los cúmulos de residuos que se pueden encontrar a lo largo del río (estamos trabajando duro para llegar a ellos antes de que lleguen al río con las limpiezas comunitarias).
Con respecto a la comunicación y el alcance comunitario del proyecto, continuamos con la campaña de sensibilización en redes sociales. Hemos superado el objetivo de llegar a 3.000.000 de ecuatorianos de forma online, y actualmente hemos llegado a 6.016.887 personas. También hemos llegado a acuerdos con la organización Mingas por el Mar, una organización con experiencia en educación ambiental, que impartirá clases y experiencias a niños y jóvenes de la comunidad. La pandemia obliga a dar clases en línea, por lo que invitaremos a escuelas de otras ciudades de Ecuador a sumarse. El proyecto está ganando cada vez más aceptación por parte de la comunidad; y estamos reforzando las estrategias para tener un mayor alcance y reconocimiento.
Estamos entusiasmados por la llegada del sistema para mejorar la vida del río Portoviejo, sus especies y la comunidad, además de ser pioneros en la reducción de la contaminación por plástico en Ecuador.