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Hace un año, estaba emocionada con la noticia de ser beneficiarios de Benioff Ocean Initiative (la Iniciativa Oceánica Benioff) y la Fundación Coca-Cola para un sistema para combatir la contaminación plástica en los océanos. Nuestra propuesta, compuesta por un sistema de captura de basura, uso de inteligencia artificial para identificarla, investigación biofísica y socioeconómica, y trabajo con la comunidad, proporcionaría información e inspiración para limpiar muchos otros ríos en Panamá y en el mundo. Para estos momentos, en octubre de 2020, esperaba que nuestro dispositivo impulsado por una rueda hidráulica estuviera en el río Matías Hernández, y nuestro trabajo con la comunidad y los investigadores estuviera bastante avanzado.
Sin embargo, la pandemia sin precedentes de COVID-19, forzó un cambio de planes, y con ello, oportunidades no previstas. En marzo, el gobierno panameño declaró una de las cuarentenas más rígidas y largas del mundo, permitiéndonos salir de nuestros hogares por dos horas a la vez, día por medio, por un máximo de seis horas a la semana, según el género y el último dígito de nuestras identificaciones personales. Se cerraron tiendas, escuelas, áreas públicas y todos los negocios. Primero azotados por la incertidumbre y el miedo, luego transformado en ansiedad, tuvimos que adaptarnos y reinventar nuestros planes.
Hemos experimentado diferentes impactos de las restricciones de movilidad y cuarentena. Las oficinas públicas cerraron mientras preparábamos la documentación para los permisos necesarios para instalar nuestro dispositivo de recolección de plásticos en el río. Este período nos dio tiempo para reconsiderar los aspectos operativos del proyecto y, como resultado, y con la ayuda de arquitectos urbanos locales, hemos desarrollado un diseño operativo y de ingeniería nuevo, mejor integrado y visualmente más atractivo. Este diseño optimizado complementa el diseño del dispositivo inspirado en la rueda de basura de Baltimore (Trash Wheel por su nombre en inglés) creado por nuestros socios de Clearwater Mills.
Una vez que el dispositivo esté en el agua, el proyecto será enriquecido por la información científica que podamos aprender de él. Científicos investigadores de la Universidad Tecnológica de Panamá trabajarán para caracterizar el río Matías Hernández a través del tiempo y el espacio, incluyendo la fluctuación del nivel del agua y variables físicas; la ubicación de fuentes y sumideros de basura en sitios cercanos al río y lechos de ríos utilizando drones, y la categorización de microplásticos en agua y sedimentos. Investigadores de la Universidad de Oregon y la Universidad de Miami están estudiando los aspectos sociales, incluyendo cambios de comportamiento, conciencia sobre la generación, eliminación y formulación de políticas de residuos. Nuestro socio Wisy, un emprendimiento con sede en San Francisco, California, está adaptando su tecnología de reconocimiento de imágenes para la industria de bienes de consumo empaquetados, para caracterizar los desechos plásticos en el río Matías Hernández. Al mejorar esta tecnología, seremos capaces de reconocer los productos al final de su ciclo de vida y cuantificar el impacto de los residuos en el medio ambiente.
El componente social de este proyecto también se ha visto fuertemente impactado por la pandemia, dado que las comunidades de la cuenca media y alta del río Matías Hernández fueron consideradas puntos críticos de COVID-19, así como de las más afectadas por el desempleo y la violencia. Cuatro de nuestros primeros veinticinco participantes, del total de doscientos participantes del programa, fallecieron debido a complicaciones por COVID. Como se prohibieron los talleres y actividades presenciales, tuvimos que limitar nuestros planes de comunicación y el número de personas con las que esperábamos trabajar. La brecha de género y tecnología es mayor de lo imaginado en estas comunidades, y muchas necesitan compartir su teléfono celular, generalmente el único dispositivo que poseen, con sus hijos para sus clases en línea.
Para abordar el acceso limitado a las plataformas de comunicación virtual, recibimos una donación de tarjetas SIM de datos celulares de Digicel, así como sesiones virtuales de capacitación gratuitas de Microsoft para enseñar a los líderes de nuestra comunidad cómo usar la plataforma Teams. Los participantes del proyecto se están adaptando lentamente al entorno virtual y me siento alentada por su voluntad de mejorar sus conocimientos y habilidades.
Si bien el COVID-19 presentó un camino más complicado y lento para implementar nuestros planes de captura de plásticos e involucrar a la comunidad, también nos ha brindado una oportunidad que no podemos ignorar. Nos ha abierto una puerta para aprender, reinventar nuestras metodologías y ser creativos en la forma en la que llevamos a cabo las actividades de nuestro proyecto. Dado que desde septiembre las medidas de cuarentena se han flexibilizado gradualmente, esperamos retomar nuestras actividades y poner en práctica estas lecciones aprendidas.
En Marea Verde, creemos en la cita de Howard Zinn: “Los pequeños actos, multiplicados por millones de personas, pueden transformar el mundo”.
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